lunes, 21 de julio de 2008

VIERNES

El viernes pasado fuimos al Centro Cultural España a ver una expo-venta de sellos independientes, la cual estaba un poco chafa. En fin... ni modo, no pudimos gastar nuestro dinero en discos y decidimos subir al bar por una cerveza, para nuestra mala suerte no había mesa. Salimos y le dije a Iván -¿y si vamos a La casa de las sirenas?- y él muy amablemente me contesto -sí, vamos por una chela- y entonces nos enfilamos hacia nuestro destino.
Y nuestro destino inmediato, por supuesto era una cerveza, empezamos por ahí, porque estábamos esperando a que llegaran Karla y Arturo. Pero ya estando ahí nuestro destino nos tenía preparado algo espectacular. Como ya empezaba a ser la hora de la cena, decidimos empezar con una cazuelita de tuétanos, esta entrada es el ejemplo perfecto de que menos es mas, es una delicia, no existen palabras que puedan describir tan suculento manjar, sólo una tortilla, tuétano y una pizca de sal, que delicia... y de ahí directo con el cardiólogo.
Después pedimos unos chilitos chipotles en nogada, y para terminar con las entradas pedimos un molcajete mixto. 
El mesero llego y nos pregunto lo que queríamos como plato fuerte y pedimos dos cosas: La gallinita en mole de mango y el pato en salsa de tamarindo. El tratar de describir el sabor tan delicioso de estos dos platillos sería un acto total de pedantería, por lo que seré humilde y me quedaré callado (aunque habría que mencionar que el mole de mango es bastante dulce).
La siguiente vez que vi a Iván el muy cabrón me dice:
-no mames, ya no vuelvo a salir contigo, eres un pinche peligro, si solamente íbamos por una chela 
- pinche cínico... si él es mismísimo diablo en persona- yo pensaba.     

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué onda...?! ya porque se fue Iván ya no comes bien y por eso no subes nada al blog?!

jeje

saludos

jeje, espero traigas sorpesas de tu viaje

Rubén dijo...

ja! estoy de vuelta.

un abrazo